NUTRICIÓN PRE Y POST CIRUGIA.

Llegadas al punto de decidir que nos vamos a realizar una operación, sea cual sea el motivo por el que tomamos está decisión, lo ideal sería llegar en el mejor estado de salud  posible.  Estaría genial haber tocado todos los palos del tratamiento conservador: psicología, fisioterapia, nutrición... 

Y llegando a esos días anteriores a la intervención quirúrgica ¿Qué dice la ciencia sobre la alimentación pre y post quirúrgica?

Cuando nos sometemos a una intervención, ya sea de lipedema o cualquier otra cirugía, tenemos efectos negativos en la musculatura. Esto se produce no solo por la falta de movilidad posterior, sino también por el estrés que supone para nuestro organismo el proceso quirúrgico. 

Durante una cirugía se produce una cascada inflamatoria inmunológica y metabólica que produce un estado muy catabólico (dando lugar a numerosos efectos secundarios indeseables para el cuerpo): aumenta el cortisol, las citoquinas proinflamatorias, el glucagón para liberar glucógeno y por tanto energía, que el cuerpo necesita en el proceso de curación. 

El cuerpo, como es lógico, interpreta la cirugía como un daño y por tanto empieza a demandar energía para la regeneración de todos los tejidos dañados. Por lo mismo, se eleva la gluconeogénesis en el hígado. Además el cortisol interfiere con la segregación de insulina y esto deriva en cierta resistencia a la insulina y en niveles de glucosa mas elevados de lo normal. 

Todo este estado catabólico que hemos mencionado hace que se dispare el catabolismo muscular. Por ejemplo, esta revisión cita varios estudios donde se observa una perdida muscular del 5,5% en el muslo después de una semana de la cirugía (no del lipedema, pero nos sirve como ejemplo). 

Lógicamente el ejercicio de fuerza es la mejor manera de revertir esta atrofia y con frecuencia, no es posible realizarlo tras una cirugía, pero veremos otro día algunas alternativas. 

Depende de como de invasiva sea la cirugía, la cascada quirúrgica puede durar desde pocas horas hasta días o incluso semanas. Por lo tanto, es lógico pensar que cuanto mejor sea tu estado metabólico antes de la intervención, mejor será la recuperación. 

Dejando claro que yo soy fisioterapeuta y que por mucho que me apasione el tema de la nutrición, no soy nutricionista, voy a hacer un resumen de varios estudios que he estado revisando sobre la alimentación pre y post - quirúrgica. Me parece interesante tanto como paciente que se va a someter a la cirugía de lipedema, como para derivar a otro profesional a a mis pacientes de rehabilitación pendientes de una cirugía.

El estudio mencionado arriba es una revisión de varios estudios e indican que consumir suficiente carbohidrato en los días antes de la cirugía ayuda a mitigar ligeramente la pérdida de muscular post- quirúrgica, precisamente porque reduce la gluconeogenesis. 

Sin embargo, justo después de la cirugía no queremos elevar mucho el carbohidrato por ese estado de resistencia a la insulina que se produce. Sin duda el papel mas importante lo tendrá la proteína: el artículo resume varios estudios con suplementación de aminoácidos esenciales que demuestran una reducción significativa de la perdida muscular. Seria suficiente con comida y se podría complementar con una proteína de suero porque tenemos estudios que demuestran mas beneficios de suero que de los aminoácidos esenciales aislados (no son estudios en cirugía)

En la revisión hacen especial mención a la alimentación de una intervención. Durante los 7-10 días anteriores a la cirugía se alimentan aproximadamente con el 60% de hidratos de carbono, haciendo énfasis en frutas, verduras y cereales integrales (8 gr por kg de la masa corporal) para maximizar las reservas de glucógeno; 

En cuanto a proteína recomiendan 1,2 - 2 gr por kg al dia: idealmente de fuentes ricas en leucina (es el aminoácido mas importante en el caso de regeneración de tejido) y por tanto proponen priorizar proteína animales, pero combinar también con proteínas vegetales porque viene acompañadas de nutrientes distintos (mas antioxidantes, polifenoles, fibras...).

Se deberá prestar especial atención a la ingesta nutricional 24 h antes de la operación. De acuerdo con las recomendaciones actuales de ayuno prequirúrgico, de 6 a 12 h antes de la cirugía, los pacientes deben consumir una comida completa haciendo hincapié en los carbohidratos complejos y las proteínas de alta calidad.

Post-cirugía proponen el siguiente: a las pocas horas de la cirugía recomiendan suplementos de proteína aislada y algo de carbohidrato, y a partir de 12-24 h ya hacen más énfasis en comida solida, con el foco puesto en la proteína (se recomienda una ingesta de 1,6-2 gr por kg al dia durante el periodo de rehabilitación). 


Revisando otros estudios, recomiendan suplementar con 8-12 gr de glutamina al día para ayudar en la regeneración de los tejidos. La creatina, el colágeno hidrolizado parecen ser interesantes en el caso de lesiones de tejido conectivo y también la glicina, que suele ser el aminoácido limitante en la producción de nuevo colágeno.

A nivel de micronutrientes hay algunos como vitamina A, B, zinc, manganeso son importantes para la regeneración de tejidos pero en un principio no debería haber deficiencia de estos llevando una buena dieta. La vitamina C es esencial en la producción de nuevo colágeno.

En conclusión chicas, no debemos subestimar la importancia del estado nutricional antes de la cirugía: cuanto mejor sea tu alimentación previa a la cirugía, mejor recuperación posterior y menor perdida muscular. Y a partir de ahí, los días después de la operación, poner el foco en que esos alimentos que nos llevamos a la boca sean de buena calidad, porque harán que nuestra recuperación vaya mejor. Así que no te olvides de hablar de este tema con tu nutricionista.



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